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jueves, 7 de abril de 2011

TÚ NO AHORRAS, YO NO TE VOTO. Carta abierta a D. Jaime Mayor Oreja.

Sr. Mayor Oreja:

Ayer, los eurodiputados votaron en contra de dos propuestas destinadas a contener el gasto del Parlamento Europeo: una destinada a que sus señorías vuelen en clase turista en los trayectos de menos de cuatro horas y otra destinada a congelar parte de las retribuciones que sus señorías perciben por su trabajo en la cámara. Entre todos los eurodiputados españoles sólo cuatro votaron a favor de estas medidas de austeridad y del los eurodiputados del Partido Popular, tan solo, Rosa Estarás se sumó a las mismas. Como votante del Partido Popular me importa muy poco lo que hagan los eurodiputados a los que no he votado, pero sí que me importa y mucho lo que usted y sus compañeros de lista voten.

Y me ha indignado, Sr. Mayor Oreja, la actitud de los europarlamentarios populares en esta cuestión, sobre todo porque es una actitud incoherente con el discurso del Partido Popular y porque supone un desprecio hacia millones de votantes que están sufriendo las consecuencias de una terrible crisis económica.

Mientras se piden sacrificios y austeridad al conjunto de la población, se imponen recortes salariales a los funcionarios públicos o se congelan las pensiones de nuestros mayores, los europarlamentarios se niegan a congelar sus propias retribuciones o a viajar como lo hace el 90 % de la población. Habrá quien argumente que se trata de medidas demagógicas o que se trata del “chocolate del loro” pero por poco efecto que tengan son, ante todo, medidas solidarias y ejemplarizantes. Si la clase política no es capaz de dar ejemplo, carece de legitimidad para pedir nada a los ciudadanos.

Indignación y decepción con mis representantes, con las personas a las que he elegido para que me representen. Lo tengo muy claro, D. Jaime, sin unas disculpas a los ciudadanos y sin una rectificación no cuente más con mi voto. Sé que un voto no es gran cosa para ustedes, pero es lo único que puedo quitarles. Y así, al menos, me quedaré muy a gusto.

Santiago de Munck Loyola